viernes, 21 de abril de 2023

FAMILIA ACRIDIDAE

El fenómeno de camuflaje o cripsis, es una estrategia muy común en la naturaleza y sobre todo entre artrópodos que como sabéis, se posicionan en los escalafones más inferiores de la pirámide trófica. Tanto por el color como por su forma es utilizado por muchos animales para confundirse con el medio, ya sea para evitar predadores o acechar a sus posibles presas.  Los conocidos como insectos palos quizás representen uno de los máximos exponentes de este camuflaje, por su excelente imitación a ramas o tallos de su entorno que les confieren la capacidad de ser practicamente invisibles, cualidad por otra parte, que se ve acentuada por sus desplazamientos lentos y pausados.  Sin embargo, estos insectos pertenecientes a la Orden de los fásmidos (Phasmatodea) que engloba también a los insectos hoja, no deben confundirse con nuestro ortóptero protagonista de hoy que usa esa misma estrategia críptica.

Detalle de un individuo de la Sufamilia Acridinae, concretamente del género Truxalis sp.

DESCRIPCIÓN:

Como adelantaba en la introducción, no se trata de un insecto palo como podríamos pensar en un primer momento. De hecho pertenece a otra Orden diferente (Orthoptera) y al género Truxalis sp. englobado dentro de la super familia de los acrídidos (concretamente a la Acrididae).  Este insecto conocido vulgarmente como “Saltamontes Narigudo”, posee un parecido asombroso con las hojas y tallos de las gramíneas que lo hace casi indetectable cuando se desplaza entre ellas, tal como podemos ver en la siguiente foto donde se puede observar el superpoder de invisibilidad que posee.  No es raro en la naturaleza que de una misma adaptación, aparezcan grupos diferentes de forma independiente.  Precisamente este fenómeno conocido como convergencia adaptativa, produce semejanza entre especies no debida a su parentesco, sino a la propia adopción de soluciones similares entre ellas.  Dentro de esta familia de ortópteros podemos encontrar especies con estructuras características como: el ensanchamiento de las tibias delanteras del mancho de Gomphocerus sibiricusel pronoto del género Dircorys sspp o la "visera" de especies de Sciobia sspp.  Encontrándose dentro de esta gran superfamilia nueve subfamilias más conocidas como: Acridinae, Calliptaminae, Catantopinae, Cyrcanthacridinae, Dericorythinae, Eypropocnemidinae, Tropidopolinae, Gomphocerinae y Oedipodinae, siendo estas dos últimas las que posean mayor número de especies en nuestra zona mediterránea.

Color críptico de la especie Truxalis nasuta que lo hace casi invisible con su entorno.

El Truxalis nasuta se caracterizada por presentar una cabeza alargada y cónica, donde al contrario de los grillos no cantan frotando la patas con sus alas sino que estridulan.  También por poseer antenas cortas a modo de cuernos, hacen que se confunda perfectamente con los tallos de la grama seca de la que se alimenta.  Con un cuerpo cilíndrico y alargado de hasta 7 cm de longitud, esconde unos élitros rosados con presencia de manchas oscuras, y un par de patas muy alargadas habilitadas para el salto que caracteriza a toda esta Orden de insectos.  La otra especie prácticamente idéntica a nuestra protagonista, es la Acrida ungarica de la misma familia y que podemos confundir con enorme facilidad, aunque siempre podremos distinguirlas si observamos atentamente el color de sus alas.  Donde si capturamos al ejemplar (sin dañarlo) y le abrimos sus élitros, si son transparentes estaríamos ante la especie referida Acrida ungaricaPero que sin embargo, si observamos tonalidades rosas estaríamos frente a la Truxalis nasuta de las fotosIndistintanmente si se trata de una u otra, a ambas especies se les conoce popularmente como saltamontes narigudo y son prácticamente idénticas, pudiendo encontrarlas con diferentes tonalidades en todo su cuerpo que van desde el verde al marrón pajizo.

ESPECIE CONTROLADA:

Aunque la amplia mayoría de los llamados "saltamontes" poseen una dieta herbíbora, frugívora o granívora representando en algunas ocasiones verdaderos quebraderos de cabeza para el manejo del agroecosistema, pudiendo presentarse como potenciales plagas en algunas ocasiones.  Sin embargo, no podemos perder de vista que existen otras especies de saltamontes que son detritívoras es decir, son descomponedores de materia orgánica como los pertenecientes al género Xya sp, así como otras que son depredadores de otros insectos, o bien se alimentan de ellos de forma necrófaga o incluso de sus restos de muda o exuvias, caso por ejemplo de los ortópteros como el Saga pedo de la familia Tettigoniidae que son extrictamente carnívoros y por tanto, muy recomendables para el agroecosistema.

En cuanto a nuestro "modelo fotográfico" de la entrada de hoy (Truxalis nasuta) y pese a tener una dieta fitófaga, lejos de ser considerado como una especie de riesgo para el agroecosistema, pues se alimenta de plantas herbáceas normalmente gramíneas expontáneas, bien podemos considerarlo como un aliado más.  Ya que no sólamente por su mera presencia "per se", redundará en un beneficio al aumentar la propia biodiversidad del agroecosistema y en consecuencia elevar la resiliencia del mismo, sino que además, realizará una labor activa sobre el control de la grama nada desdeñable.  Tenemos que tener presente que entomólogos de todo el mundo, estiman que sólo entre del 3 al 5% de todas las especies de artropodos pueden ser suceptibles de provocar alguna potencial plaga o enfermedad.  Por tanto, es un error pensar que por el simple hecho de ser fitófago, ya debemos combatirlo como si se tratase del responsable de una potencial plaga.  Por todo lo expuesto, estos saltamontes narigudos pese a poseer una dieta basada extrictamente en material vegetal, son propuestos como unos aliados más a engrosar nuestra particular lista de fauna auxiliar.

BIOLOGÍA:

Estas especies de saltamontes al tratarse de especies termófilas, prefieren estos climas mediterráneos de nuestra Andalucía incluso suelos litorales, pudiéndolos encontrar en terrenos cultivados, prados, así como en lindes y caminos muy asociados a las gramíneas.  Pese a no ser unas especies muy abundantes, podemos verlos a principios de verano con cierta facilidad e incluso a las hembras hasta otoño, ya que suelen ser más longevas que sus parejas masculinas.  Son precisamente las hembras, las que poseen cuerpos que pueden alcanzar casi el doble en tamaño que el de sus compañeros machos, que pueden oscilar entre los 4-7 cm de longitud, donde los imagos de ambos sexos se pueden dejar ver en primavera sin gran difultad.  Tras aparearse, los machos morirán al poco tiempo quedando sólo las hembras que harán su puesta final durante el verano o principios de otoño, donde sus huevos no eclosionarán hasta la próxima primavera del año siguiente.

Detalle de los ojos compuestos y de las antenas en forma de cuernos del Truxalis nasuta.

MEDIDAS PARA FAVORECER SU PERMANENCIA EN NUESTRO AGROECOSISTEMA:

Tal como decía a lo largo de este "post", el hecho de que un insecto tenga una dieta fitófaga no puede ser motivo de persecución o intento de erradicación, pues la mayoría de ellos no van a suponer daños reales a nuestro agroecosistema y sí, pueden servir de alimento a otros predadores polífafos que pueden resultarnos de mayor interés como fauna auxiliar, incrementando la propia biodiversidad del mismo y en consecuencia aumentando la resiliencia ante cualquier desequilibrio causado por una posible enfermedad o una plaga.  

Sin embargo, desde las 7 plagas bíblicas del antiguo Egipto hasta nuestros días, hablar de saltamontes ya nos predispone a un desastre inminente y a la necesidad de su eliminación inmediata.  Pues bien, como hemos visto a lo largo del "post", este saltamontes lejos de ser considerado como una plaga, al alimentarse de la también denostada y perseguida grama, los posiciona como un aliado más del agroecosistema.  Debiendo favorecer su permanencia, con manejos poco invasivos sobre el suelo sin labores continuas o profundas, (ya que la puesta de estos insectos la realizan directamente en el suelo), así como con el mantenimiento y permanencia de una cubierta vegetal adecuada durante el tiempo que nuestro clima nos lo permita, ambas recomendaciones por otra parte, más que recomendables y extensivas a un manejo encaminado a una agricultura más sostenible aplicando usos agroecologicos.

Licencia Creative Commons Este obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.

viernes, 19 de noviembre de 2021

SUBFAMILIA ERISTALINAE

Ya han pasado casi 10 años cuando comencé allá por 2012, con este proyecto personal que denominé Fauna Auxiliar sin ninguna otra pretensión, que la de compartir con todos vosotros una pequeña muestra de artrópodos y plantas, que bien podrían representar una valiosa alianza para aquellos agricultores y ganaderos comprometidos con una producción más sostenible, donde se daba la oportunidad a todos aquellos valientes que se atreviesen a operarse de esa “miopía ecológica" que les hacía ver una plaga en todo bicho viviente.

Detalles de los ojos holópticos del Eristalinus aeneus sobre flor de romero.
(fijarse que ambos ojos se unen en algún punto sobre la cabeza. típico de los machos).  Observar igualmente el curioso mecanismo de filamentos de semianteras de la flor del Rosmarinus officinalis... todo un ingenio de la coevolución entre especies insecto y planta.

Haciendo balance de casi toda una década donde han pasado multitud de cosas, indudablemente puedo concluir de esta experiencia que ha sido muy satisfactoria y gratificante para mí, al permitirme compartir y recordar fotos y detalles agroecológicos o botánicos, que de otra forma hubiesen quedado en el olvido en un disco duro en el fondo de un cajón.  Además, me ha dado la oportunidad de conocer inquietudes y personas tan interesantes como dispares, que siempre me han animado a continuar en los momentos de dudas sobre la utilidad de esta iniciativa.  

Con más de 80 entradas publicadas y más de 600 fotos inéditas que he podido ir haciendo y seleccionando durante todo este tiempo para vosotros, y que espero hayan sido del agrado de la mayoría.  He pretendido a través de este formato, dotar de un soporte gráfico a un texto y a una filosofía agroecológica que os he venido proponiendo en cada una de las entradas. 

Actualmente y visto los pocos comentarios de las últimas entradas, me vuelven a surgir las dudas de la idoneidad de su continuidad y que quizás sea un buen momento para una despedida, aunque evidentemente dependerá en gran parte de vosotros y si continua siendo de interés este vuestro blog, cosa que sólo puedo comprobar a través del cajetín de comentarios de cada entrada.  Donde a pesar de contabilizar a día de hoy más de 500 comentarios en todo el blog, cada vez poseo menos "feedback" de vosotros pese a que este blog no tiene ningún tipo de publicidad ni respaldo económico alguno, lo que me hace pensar en la utilidad de su continuidad, agradeciendo eso sí a los 109 seguidores por su fidelidad incondicional.

Eristalis tenax (Linneo, 1758).

DESCRIPCIÓN:

    Continuando con este último "post", en esta ocasión quería incluir una entrada retrotayéndome a finales de 2015, cuando se la dediqué a esta gran familia de dípteros conocida como Syrphidae (con más de 300 especies en la península ibérica).  Donde  trataba de describir entre otras cosas, que la mayoría de los miembros de esta gran familia en estado larvario, tenían una dieta carnívora basada principalmente en la depredación de pulgones, hecho que los hacían especialmente interesantes para nuestro agroecosistema.  Posteriormente estas individuos como ya sabéis, cuando alcanzan el estado adulto ya sólo se alimentan de polen y néctar actuando en la fase de imago como excelentes polinizadores, lo que lo hacían doblemente merecedores de engrosar nuestra particular lista de Fauna auxiliar.

Detalle de los ojos punteados de la especie Eristalinus aeneus, característicos de esta subfamilia Eristalinae.


Pues bien todo eso era cierto, pero hay que introducir un matíz importante sobre esta gran familia, ya que dependiendo de los hábitos alimenticios de sus individuos en estado larvario, podemos separar de forma práctica a las especies de sírfidos en dos subfamilias (aunque realmente hay tres... incluida la subfamilia Microdontinae, donde sus larvas poseen una relación simbiótica con unas hormigas... pero eso daría para otra entrada):

  • Subfamilia Syrphinae.  Donde sus larvas se alimentan de insectos, por lo que se los consideran potenciales agentes de la regulación biológica.
  • Subfamilia Eristalinae.  Donde las larvas se alimentan de materia vegetal en descomposición y bacterias.
Hembra de Eristalinus aeneus con sus separados (ojos dicópticos típico de las hembras).

Este matiz identificativo para la segunda subfamilia que englobaría a los llamados sírfidos eristalinos, es la que me sirve de entradilla a este nuevo "post", donde como ya adelantaba, sus larvas no se comportan exactamente así como sus primas de la subfamilia Syrphinae, pero que igualmente podemos considerarlos como magníficos aliados.  

Me refiero a la subfamilia Eristalinae, que como iremos viendo a lo largo del post, poseen miembros muy variopintos con unos ojos espectaculares que no puedo dejar de fotografiar cada vez que me tropiezo con algún espécimen.  Como muestra..., la conocida mosca de ojos moteados (Eristalinus aeneus) la cual se ha empezando a comercializar hoy día como si de un nuevo polinizador se tratase, donde nos la venden como un polinizador complementario al trabajo que tradicionalmente vienen desempeñando himenópteros conocidos por todos, como abejas y/o abejorros.

Evidentemente esta "novedad" se justifica sólo por su disponibilidad en cuanto a su comercialización en el mercado, donde estos dípteros son demandados por una agricultura más "sostenible" por muchos invernaderos, donde sus propietarios se ven abocados a disponer de sus servicios de una manera inmediata y puntual, en nombre en mi opinión de un mal llamado control biológico.

Eristalis tenax, conocida como la mosca zángano.

Sin embargo, recordaros que desde este blog siempre vamos a recomendar y hablar desde un punto de vista de regulación biológica, abogando por aquellas medidas que favorezcan la permanencia de nuestros auxiliares, de manera que se queden a vivir todo su ciclo vital en nuestro agroecosistema encontrándose siempre ahí de forma espontánea, preparados para actuar en el momento que los necesitemos.

Eristalis tenax, sobre hoja de menta piperita imitadora de la abeja europea Apis mellifera.

Afortunadamente, estos polinizadores ya hacían este trabajo cientos de miles de años antes, de la aparición del primer agricultor y todavía muchos más, de que empezáramos a ver en la cría de estos insectos un negocio floreciente e innovador.

De nuevo las aromáticas denotan su poder atrayente de estos y otros polinizadores.

De todos es sabido la importancia que tiene la polinización entomófila en la producción agrícola, donde casi el 80% de nuestros cultivos hortofrutícolas dependen de estos pequeños aliados, lo que hace indispensable que debamos conocer e identificar a estos seres, para poder entender y preservar su propia existencia, que indisolublemente está ligada a la nuestra propia.


ESPECIE CONTROLADA:

En esta subfamilia que nos ocupa hoy englobada dentro de la familia Syrphidae, las larvas (conocidas como de cola de rata), no actúan como depredadores de pulgones como las larvas de sus primas de la subfamilia Syrphinae.   En los llamados sífidos eristinos, las larvas se alimentan preferentemente de materiales en descomposición en el medio acuático así como de las bacterias de aguas estancadas, contribuyendo a su purificación siendo consideradas como extraordinarios bioindicadores y depuradoras de agua.  Además los miembros de esta gran subfamilia pertenecientes al género Eristalis sspp, destacan también y como labor principal si cabe, como sobresalientes polinizadores donde muchas de nuestras principales hortícolas como: la coliflor, col, lechuga, nabo, escarola, endibia, zanahoria, apio, cebolla, puerro, espárrago, fresas, y frutas subtropicales como el mango, o el tan de moda y controvertido aguacate, se ven beneficiados por estos grandes aliados.

Eristalis tenax, sobre hoja de olea europea.


BIOLOGÍA:

Tal como ya adelantaba, los adultos se alimentan de polen y néctar de las flores lo cual los convierte en los importantes polinizadores que son.  En cuanto a sus larvas de esta subfamilia Eristalinae, se pueden encontrar en hábitats acuáticos y son consideradas como bioindicadores de contaminación ambiental extraordinarios (Sommagio, 1999; Dziock 2006).

Detalle del tórax con rayas claras longitudinales del Eristalinus aeneus.

Llama poderosamente la atención en especies de esta subfamilia como Eristalinus aeneus, los ojos grandes punteados conocidos como holópticos (cuando están juntos y se tocan en algún punto de la cabeza) característicos de los machos, y dicópticos (separados) en las hembras.  Igualmente el tórax negro con reflejos verdosos y rayas claras longitudinales, los hacen especialmente identificables donde sus larvas, se desarrollan en un medio acuático con abundante materia orgánica en descomposición.  Sus larvas acuáticas de forma cilíndricas, poseen un órgano respiratorio llamado sifón que por lo largo y su apariencia, le presta el apelativo de gusanos de cola de rata.  Una vez que las larvas pupan y se transforman en imagos, pasarán el invierno en forma adulta volando a ras de suelo con gran rapidez, durante aquellos días soleados que le permitan el vuelo.  Por este motivo debemos disponer de polen y néctar esos días de invierno, si queremos contar con su presencia y permanencia en el agroecosistema.  Sus huevos de color blanco y alargados son recubiertos con una sustancia pegajosa típico de esta subfamilia.

Polinizadores Eristalis tenax, sobre Ammi visnaga.


MEDIDAS PARA FAVORECER SU PERMANENCIA EN NUESTRO AGROECOSISTEMA:

Esta subfamilia, así como para cualquier otro polinizador, debe pasar por disponer en nuestro agroecosistemas de setos o plantas bancos con floración escalonada, intentando que existan flores en el campo todo el año donde las aromáticas como podéis ver en las fotos, son una excelente opción.  De esta manera todos nuestros polinizadores y sobre todo, aquellos que pasan el invierno en estado adulto como ocurre con el caso de los sírfidos eristalinos que nos ocupan hoy,  puedan alimentarse de polen y néctar aquellos días en que se activen cuando caliente el sol.

Eristalis tenax, libando néctar de una asterácea.

No obstante, los miembros de esta subfamilia al tener que desarrollarse en su estado larvario en una fase acuática, no sería mala idea de disponer de un pequeño estanque o incluso un gotero permanentemente vertido en un recipiente, para que siempre exista la posibilidad de la puesta de estos insectos.  Aquí la conjugación de agricultura con la ganadería es también importante para contar con la presencia de estos insectos, pues como decía... la alimentación de las larvas saprófagas en estado acuático depende del contenido de materia orgánica y de bacterias, donde los purines de cerdo por ejemplo, así como otras deyecciones animales... pueden ser un medio de cultivo para la puesta de este tipo de insectos y posterior desarrollo de sus larvas.

Licencia Creative Commons Este obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.

martes, 20 de julio de 2021

FAMILIA STAPHYLINIDAE

DESCRIPCIÓN: Familia Staphylinidae

Esperando os encontréis todos bien, os propongo una nueva entrada de este vuestro blog con objeto de que podamos desconectar, aunque sólo sea por algunos instantes, de esta realidad pandémica que todo lo inunda y ocupa.  En esta ocasión le dedicaré un espacio a una de las familias de coleópteros que por el aspecto que adoptan todos sus miembros, bien podríamos decir que en general, son fáciles de reconocer por cualquier persona medianamente observadora, al poseer unas características comunes que los hacen especialmente identificables a la vez que grandes aliados para nuestro agroecosistema.

Detalle de la cabeza y del ojo compuesto del Staphylinus olens que le proporciona una excelente visión.

La forma alargada de sus cuerpos, sus largas patas, la gran cabeza con élitros cortos, o su abdomen de gran tamaño que arquean cuando se sienten amenazados como si de un escorpión se tratase, son rasgos comunes que unidos a sus inconfundibles y prominentes mandíbulas, les proporcionan una adaptación exitosa a la depredación a nivel de suelo que los hacen especialmente interesantes para engrosar nuestra particular lista de fauna auxiliar.  Es precisamente este aparato bucal masticador que poseen todos los miembros de esta gran familia, el que les dota de una excelente herramienta para su depredación a nivel de suelo, y que pese a que la mayoría de ellos poseen grandes alas membranosas que repliegan bajo sus pequeños élitros como si de unos "transformers" se trataran, sólo las usarán en contadas ocasiones pasando la gran parte de su tiempo en la cota cero del terreno donde se alimentan y pasan prácticamente todo su ciclo vital.

Sus pequeños élitros guardan unas alas que repliega como si de un "transformer" se tratara.

Esta gran familia Staphylinidae que posee algo más de 63.000 especies, pueden llegar a alcanzar tamaños muy vario pintos que van desde 1 mm. de longitud, hasta los 50 mm. del protagonista de la mayoría de las fotos de hoy, que corresponden al Staphylinus olens, miembro inconfundible de la subfamilia Staphylininae que posee más de 300 especies descritas en la Península Ibérica.  Aunque verdaderamente debería decir Ocypus olens, ya que este es el género actual que lo engloba, pero que al ser clasificado originalmente en el género Staphylinus en 1764, algunos autores "viejunos" continuamos usando esta denominación pese a este cambio relativamente reciente.

Conocido como burrito o asnillo, nuestro Sthaphylinus olens represente un excelente depredador a nivel de suelo.

Este escarabajo de color negro y gran tamaño (en el caso de la especie de la foto hasta 50 mm) ampliamente extendido en mayor parte de Europa y norte de África, es conocido en algunos lugares como escarabajo errante, burrito o asnillo, pudiéndolo encontrar deambulando entre la hojarasca de nuestro agroecosistema en busca de potenciales presas.  Este hábito de vagabundear, le proporciona este apelativo de "errante" al ser observado en sus desplazamientos espasmódicos y algo nerviosos, que también denotan el tipo alimentación a base de cadenas nitrogenadas que componen su dieta.  Es precisamente esa dieta rica en proteínas, la que les proporcionan una energía extra que les permiten ejecutar movimientos rápidos, típicos de los grandes depredadores y que no sólo usan para cazar sino también para escapar de sus enemigos.  Son estos movimientos "eléctricos" los que nos harían saber incluso sin verlos cazar, de que se tratan de depredadores carnívoros frente a los desplazamientos lentos y torpes de otros coleópteros con dietas fitófagas, que son por otra parte, los causantes de la mayoría de las plagas. 

Aunque suelen tener hábitos nocturnos, podemos también avistarlos durante el día entre la cobertura vegetal o en algún escondrijo entre maderas o piedras.  Nuestro protagonista de hoy, se trata de un depredador generalista que actúa principalmente a nivel de suelo, para lo que se sirve de sus poderosas mandíbulas para agarrar y triturar a sus presas que ingiere con avidez.  Tiene la característica al sentirse amenazado, de encorvar su abdomen emulando a un escorpión siendo este comportamiento sólo pura fachada pues ni tiene aguijón ni veneno, quedándose todo ello, en una mera "performance" disuasoria que realiza ante sus potenciales depredadores para escapar.  Sin embargo, sí que posee en el extremo de su abdomen dos glándulas por la que excretan una sustancia química muy desagradable, que hace que algunos de sus depredadores se piensen mucho lanzarles un ataque.  De ahí que el nombre científico de la especie sea "olens" que significa olor, aunque para nuestros sentidos humanos pasaría totalmente desapercibida sin notar ningún olor especial.

Curva el abdomen cuando se siente amenazado como si de un escorpión se tratase pero sólo es fachada.

ESPECIE CONTROLADA:

Al tratarse de depredadores generalistas, no podemos por ello subestimarlos ni desecharlos para nuestros intereses agroecológicos, ya que realizan una labor encomiable dando buena cuenta de muchas de las plagas potenciales que residen a nivel de suelo como: caracoles, lombrices, babosas, cochinillas, larvas de noctúrnidos, pupas de mosca del olivo por ejemplo... y otros muchos insectos que capturan principalmente de noche, a la vez que también hacen funciones de descomponedores como buenos oportunistas carroñeros que son, colaborando en la descomposición y reciclaje de la materia orgánica del suelo.

Detalle de las potentes mandíbulas del Staphylinus olens a modo de cizalla

BIOLOGÍA:

En cuanto al apareamiento de estos insectos, suele realizarse en otoño y tras tres semanas... la hembra pondrá su puesta bajo tierra en condiciones de humedad suficientes entre hojarasca o el musgo cercano, o entre las piedras y maderas adyacentes.... Suelen verse principalmente desde abril a octubre, aunque en nuestra zona mediterránea podemos verlos sin problema hasta incluso el mes de junio.  Su larva enterrada pasa por tres estadios durante 150 días antes de pupar en el propio suelo, pasando todo el invierno de forma activa, hasta que en primavera pupen para que a continuación, reaparezcan en forma de imago. En cuanto a la alimentación de la larva, es también carnívora como en estado adulto, por lo que lo hacen especialmente interesante para nuestros intereses al comportarse como depredador en todos los estados de su ciclo vital.

Buscador incansable de presas lo hace una aliado ideal para nuestros intereses agrícolas.

MEDIDAS PARA FAVORECER SU PERMANENCIA EN NUESTRO AGROECOSISTEMA:

Las cubiertas vegetales siempre serán una buena idea, pues no le gustan las zonas con suelo desnudo o sin materia orgánica.  Dedicar en nuestra parcela zonas con algunas tablas de madera, pacas de paja, compost, etc. donde no removamos mucho el suelo y sirvan a la vez como pequeña isla refugio, son estrategias muy recomendables para contar con la presencia y permanencia de estos seres que pese a su aspecto amenazador... ni son venenosos ni pican, por mucha "performance" que hagan cuando elevan su abdomen a modo de escorpión.  Por tanto, labores intensas de roturación de suelos así como el uso de fitosanitarios, no son nada recomendables si queremos contar con sus servicios en nuestro agroecosistema, donde la mera presencia de estos insectos nos dará una información muy valiosa del estado del mismo, al comportarse como excelentes bioindicadores por su sensibilidad a los fitosanitarios y al manejo del suelo.

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lunes, 17 de agosto de 2020

FAMILIA LYCOSIDAE

DESCRIPCIÓN: Araña Lobo (Lycosa tarentula-fasciventris).

Esta entrada la aprovecharé para hablaros de una familia de arañas que este verano estoy viendo con mayor asiduidad en mis escasas salidas al campo durante este “Annus horribilis”, y que entiendo es debida al menor tránsito del hombre durante la pasada primavera.  "No hay mal que por bien no venga.." como se dice por aquí.  Tanto por su forma de cazar como por el gran tamaño de algunos de sus especímenes (más de 25 mm), bien merece una descripción pausada y lejos de ser pretencioso, contribuir a trasladar una mirada más amable de estos arácnidos que “apriori” pueden parecernos por su aspecto, algo amenazadores máxime cuando usamos estos primeros planos que os dejo en la siguiente foto.

Detalle de los colmillos de un macho de Lycosa tarentula-fasciventris

Sin embargo, debemos considerarlos como excelentes aliados para nuestro intereses dentro del agroecosistema, ya que eliminan muchos insectos potencialmente plagas para nuestros cultivos a nivel de suelo, siendo totalmente inofensivos al hombre debiéndolos molestarlos mucho para que nos piquen, en cuyo caso su picadura no diferirá mucho a la producida por una simple avispa.  Claro está que para conseguir ver el lado amable de estos arácnidos, debemos desprendermos de estos prejuicios que tanto desde la literatura como desde el cine, han contribuido a que miremos con temor y sin ningún motivo a estas bellas criaturas.

Macho de araña lobo con la característica franja central ancha de color gris, en su escudo cefalotorácico.

Me refiero a la familia de los Licósidos concretamente a las especies pertenecientes al género Lycosa, que comprenden miembros de arañas de gran tamaño de hábitos crepusculares o nocturnos como la protagonista de hoy, conocida por muchos como araña lobo. Las especies de este género, poseen los ojos laterales (medianos posteriores) más grandes que el resto de ojos, teniendo un total de ocho distribuidos por todo el cefalotorax que le proporciona una magnífica visión perimétrica.  Esta forma de cazar al acecho, ha propiciado ser conocido por el apelativo de este cánido, y que denota la no utilización de sedas para la realización de telas orbiculares como otro tipo de arañas hacen para la caza.  Ya que por lo general los licósidos, no contruyen telas sino que cazan las presas valiéndose de su gran sentido de la vista.

Detalle de licósido sobre canto rodado.

Este sentido lo tienen muy desarrollado, disponiendo de tres filas de ojos transversales teniendo visión casi de 360º, donde en el borde de la frente como podéis ver en la primera foto, existen cuatro ojos aparentemente alineados y detrás cuatros ojos claramente mayores formando un trapecio donde como decía, los mayores de estos ojos son los dos de los costados ubicados en el cefalotorax.  

Otra de las características de este género es que presentan en la cara ventral grandes manchas de color negro características de cada especie. 

ESPECIE CONTROLADA

Al tratarse de depredadores generalistas no hacen distingos entre cazar insectos plagas o auxiliares, pero como venimos diciendo a lo largo del blog, estadísticamente existen mayor número de individuos potencialmente plagas que auxiliares y por tanto, nos ayudarán a regular sus poblaciones por lo que tenemos que entenderlo como un aliado de apetito voraz.  Tened presente que además de poseer un extraordinario sentido de la vista que usan para la caza, pueden utilizar también como recurso para dar alcance a sus presas la carrera, pues poseen una gran velocidad punta mediante la cual se valen para acercarse y paralizar a su víctima con su potente veneno para devorarla acto seguido.  Sin embargo, suelen recurrir también a pequeñas emboscadas como si de un lobo se tratase conjugando la astucia con la velocidad, encontrándose entre sus víctimas algunos ortópteros como grillos o saltamontes, moscas, hormigas, otras arañas e incluso algún pequeño vertebrado.  Los miembros de esta familia de arácnidos, que por lo general llevan una vida más bien oculta, permanecen activos sobre todo durante el crepúsculo y la noche, encontrándose escondidos durante el día en el interior de un tubo que construyen en el suelo y que pude llegar a medir unos 30 cm de profundidad.  En la abertura suelen unir con seda, unas briznas de hierba u otros elementos de alrededor formando un cuello que generalmente sobresale de su entorno, y que le sirven a modo de sensor central para detectar sus potenciales presas que al pasar por ahí, accionan estos hilos que precipitarán la persecución de este gran depredador con el consiguiente final fatal para la incauta presa.

Araña lobo saliendo de su madriguera, que puede llegar a 30 cm de longitud.

BIOLOGÍA:

Durante la primavera las hembras de estas especies suelen permancer en la abertura de los tubos mencionados anteriormente calentándose al sol, mientras que los machos deambulan en busca de las madrigueras de las hembras correteando también durante el día atraídos por las feromonas de sus compañeras.  Tras el apareamiento, la hembra fabrica un ovisaco considerablemente grande (unos 100 huevos) que introduce en la madriguera y que sacará esporádicamente fuera de ella para que se calienten al sol.  Las hembras transportarán el ovisaco en las hileras y más tarde a sus ninfas sobre el opistosoma.

Salida de caza dLycosa tarentula-fasciventris

MEDIDAS PARA FAVORECE SU PERMANENCIA EN NUESTRO AGROECOSISTEMA:

Debemos tener presente que el habitat  de estas especies suele corresponderse con terrenos secos, áridos y pedregosos como los olivares de Andalucía, donde las hembras están activas durante todo el año haciendo toda su vida en el suelo de ahí la importancia en su manejo.

Detalle de los ojos laterales en el cefalotorax de mayor tamaño.

Es por ello que cuanto menos movamos el suelo con labores continuadas en el tiempo, mayor probabilidad será de contar con sus servicios y su permanencia en el agroecosistema.  Por tanto, siempre es bueno dejar un montón de rocas en la parcela en la que no intervengamos nunca con las labores propias del cultivo, de manera que tengamos un reservorio inalterado para estos arácnidos, que como decía están vinculados al suelo durante toda su vida.

Lycosa tarentula-fasciventris macho donde destaca el escudo cefalotorácico provisto de una ancha franja central.

No debemos olvidar que los arácnidos en general representan en sí mismos unos excelentes bioindicadores denotando con su mera presencia, la salud del agroecosistema pues son muy sensibles a los fitosanitarios.  Por lo que prácticas como la agricultura ecológica o la reducción de fitosanitarios en una agricultura convencional más sostenible, son indispensables para poder contar con los servicios de estos aliados.

Sólo desde el conocimiento podemos ayudar a preservar estas especies y sólo desde las prácticas agroecológicas podemos favorecer su permanencia y por tanto, contar con sus servicios en nuestro agroecosistema, aumentando la biodiversidad y por consiguiente disminuyendo las plagas.


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domingo, 3 de mayo de 2020

FAMILIA SUBULINIDAE

DESCRIPCIÓNRumina decollata.
En esta primavera lluviosa que estamos viviendo en nuestra zona mediterránea, y debido al daño infringido especialmente por algunos caracoles a los cítricos más jóvenes durante estos días, me parecía oportuno dedicar esta entrada a una de las familias de gasterópodos autóctonos más peculiares de nuestras latitudes.  Ya que algunas especies de esta familia poseen una dieta malacófaga, y pueden comportarse como aliados para la regulación de otras poblaciones de caracoles que por contra, se comportan como fitófagos estrictos y responsables de estos daños.  Especialmente nefastos, en los brotes más tiernos de aquellos frutales que se encuentran todavía en su primera etapa de formación.

Rumina decollata sobre su víctima Cornu aspersum.
Sin embargo, como veremos a continuación no todos los caracoles se comportan negativamente a nuestros intereses como agricultores.  La familia de hoy, contiene a una especie que usaremos para describir las características más significativas de esta familia de gasterópodos, que podemos considerar como un aliado de nuestro agroecosistema.  Me refiero a la única especie europea de la familia de los Subulínidos, concretamnte a  Rumina decollata, un caracol muy común en estas latitudes que puede ayudarnos a regular otras poblaciones de gasterópodos que suelen comportarse como plaga en nuestros cultivos.

Daños típicos de caracoles y babosas sobre cítrico.
Esta familia contempla especies terrestres de respiración pulmonada, y que a pesar de ser onmívoros, poseen miembros que prefieren la carne de otros caracoles como primera opción a los vegetales.  Es precisamente este motivo de poseer especies depredadoras, el que la hace especialmente interesante para su incorporación a nuestra particular lista de fauna auxiliar.  La concha en espiral de nuestro protagonista de hoy, lo hace fácilmente identificable pudiendo llegar a tener un número de vueltas que oscila entre 4 ó 6 con un diámetro que puede alcanzar los 11 a los 22 mm.

Detalle de la coloración oscura casi negra del cuerpo del Rumina decollata.
Aunque tal comentaba también comen plantas, su labor es más beneficiosa que dañina pues eliminarán más caracoles en las plantaciones, que los daños que ellos mismos puedan ocasionar con su ingesta de vegetales, pues como decía... prefieren la carne a la dieta vegetariana.  Además, actúan como excelentes descomponedores de la materia orgánica al representar esta, otra fuente de alimentación alternativa nada desdeñable.

Nuestro protagonista de hoy conocido también como caracol degollado o destructor, podemos encontralo en los bordes de los caminos, campos de cultivos, jardines, huertas, lugares soleados e incluso en  zonas desérticas, desde el nivel del mar hasta 1.600 metros de altitud.

Caracol destructor tras haber devorado a su presa, dejándo únicamente su concha hueca como prueba de su acción.
ESPECIE CONTROLADA
El Cornu aspersum es el denominado caracol moro, de un gran diámetro entre 30 -35 mm que ataca tanto a plantas hortícolas como a árboles especialmente a cítricos, o el propio Theba pisana típico de las zonas secas mucho más pequeño y común, ambos depredados por nuestro protagonista de hoy tal como podéis constatar en las fotos que acompaño.  En muchas ocasiones, el reconocimiento de los daños sobre hojas puede confundirnos por los ocasionados por saltamontes o larvas de mariposas.  Sin embargo, si observamos los trazos secos de mucosidad así como los restos de excrementos, nos llevarán inequivocamente a identificar a los causantes verdaderos del daño tales como las babosas, que suelen salir de noche cuando existe mayor concentración de humedad, alimentándose de los brotes más tiernos de nuestros frutales con nocturnidad y alevosía.  Tanto estos caracoles o incluso como estas molestas babosas, son víctimas del Rumina decollata conocido en mí zona también como caracola.

Rumina decollata sobre su víctima Theba pisana.
Este caracol no sólo regulará poblaciones de otros gasterópodos adultos, sino que también eliminará sus puestas así como también pequeños insectos e incluso anélidos.

Caracol degollado en pleno ataque, su víctima sólo puede arrojar algo de babas que no hará más que incentivar el ataque.
BIOLOGÍA:
Aunque son hermafroditas, tienen la capacidad de autofecundarse ellos mismos caractarística que junto a su voracidad, los hacen especialmente eficientes en la regulación de poblaciones de otros caracoles de nuestra huerta. El nombre de caracol destructor, deriva de esta alimentación malacófaga fruto de su labor depredatoria, pudiendo concentrase en colonias aisladas pues como depredador que es, tiende autoregular sus propias poblaciones en función de la disponibilidad de alimento.

Rumina decollata buscando la apertura de la concha de su víctima Cornu aspersum. para comer su carne.
MEDIDAS PARA FAVORECER SU PERMANENCIA EN NUESTRO AGROECOSISTEMA:
Un grupo de piedras a modo de refugio es más que recomendable para nuestro protagonista de hoy, pues supondrá un lugar para poder criar y desarrollarse al depender siempre del suelo y por consiguiente de su manejo.

Cornu aspersum. también llamado caracol moro, intenta infructuosamente la escapada incluso  cuando ya empieza a ser devorarlo vivo por su archienemigo.
Debemos tener presente que sus puestas, son enterradas en el suelo entre el meses de mayo y octubre, soliéndolas agrupar en unos 40 huevos de cáscara dura y forma cilíndrica de 2’5 mm. de diámetro, por lo que el manejo del suelo es fundamental para la permanencia de esta familia.  Labores excesivas, así como ausencias de rocódromos o refugios permanentes, lo hacen especialmente vulnerable para su mantenimiento en nuestro agroecosistema.

Detalle de la concha típica helicoidal de esta especie de la familia subulinidae.
Por tanto, el disponer de zonas inalteradas y permanentes en nuestro agroecosistema, es fundamental no sólo para estos gasterópodos peculiares sino para otros muchos depredadores de suelo, tal como venimos enumenrando a lo largo de todo este vuestro blog, espacios que se postulan como irrenucinables para  poder favorecer la permanencia de nuestros aliados.

No obstante, no debemos olvidar que algunos de los artrópodos se pueden comportar como aliados o plagas en función de su densidad poblacional cambiando su dieta cuando hay competencia, por tanto su introducción por el hombre debe tener presente unas densidades adecuadas y dejar que la naturaleza haga su trabajo.

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domingo, 5 de abril de 2020

FAMILIA ZYGAENIDAE

DESCRIPCIÓNZigaena zarpedon.
En esta ocasión os propongo incluir esta familia de lepidópteros en nuestra particular lista de fauna auxiliar, o mejor dicho a su subfamilia Zygaeninae donde todos sus miembros son conocidos como zigénidos.  Ya que a pesar de tratarse de una familia de mariposas, y que por tanto basan su alimentación estrictamente de forma fitófaga, podemos pensar "a priori" en un potencial riesgo para nuestros cultivos en los primeros estadios cuando son orugas.  Sin embargo, dentro de esta subfamila existen especies con una gran especificidad en su alimentación en estado larvario.  Me refiero a que prefieren usar plantas muy concretas para alimentarse, y que no suponen ningún riesgo para nuestra agricultura y que por contra, sí supondrán un gran beneficio en estado adulto al comportarse como excelentes polinizadores.

Zigaena zarpedon

Además estas mariposas tal como veremos a lo largo del post, son auténticas joyas voladoras que contienen en su interior un secreto altamente "peligroso" para sus depredadores, en forma de potente veneno advertido eso sí, como si de un anuncio de neón se tratara a través de sus vistosos colores en un alarde de lealtad extrema de comunicación visual.

Las especies a los que me refiero de esta familia, corresponden al género Zygaena y se caracterizan por poseer una coloración aposemática en tonos azules y rojos brillantes es decir, que advierten a terceros de una forma visual del peligro potencial o inminente que pueden provocar si se las molesta, como por ejemplo las especies de este género Zygaena sspp que podemos ver en las fotos.

Zigena sobre Ruta graveolens conocida como Ruda.

Estas especies cuando son molestadas, segregan a través de unas glándulas situadas en la base de la espiritrompa y sus tarsos, unas sustancias (pirazinas) que tienen mal sabor, y que usan para alejar a los depredadores.  Sin embargo, si el depredador persiste en el ataque... es capaz de hacer brotar de sus articulaciones así como del propio abdomen (tanto el adulto como su larva), secreciones que contienen pequeñas dosis de ácido cianhídrico, es decir cianuro.  Esta mortífera sustancia, es a su vez extraída por el lepidóptero de su planta huésped en el momento que fue oruga.  La planta que conocemos con el nombre común de cuernecillos (Lotus alpino, Lotus ssps) y que podemos ver abajo, poseen estas sustancias particularmente tóxicas en una relación con el insecto muy particular.

Cuernecillo Lotus sspp.

Personalmente también las he podido observar, sobre otras plantas como la ruda (fotos de arriba) que como sabéis, tiene una alto contenido de metabolitos secundarios que actúan como repelente de muchos insectos entre otras propiedades.  Igualmente, la ruda es usada por otros lepidópteros como la propia Papilio machaon en este caso perteneciente a la familia Papilionidae, incluso para automedicarse como hace la mariposa monarca con las asclepias, ya que son muy dados a contraer parásitos en su tracto digestivo cuando son adultos al estar continuamente alimentándose de flor en flor.

Las zigenas habitan biotopos muy diversos siempre que sean bastantes despejados.

ESPECIE CONTROLADA:
En esta ocasión, este insecto basa su beneficio en su carácter polinizador tal como decía anteriormente, no depredando o parasitando ninguna otra especie de artrópodos.  Los imagos de las subfamilia zygaeninae son insectos florícolas de hábitos diurnos, prefiriendo el néctar de amarilidáceas (Allium sphaerocephalon), borraginaceas, butomáceas, campanuláceas, cistáceas y un largo etc. en los que se encuentran nuestra mayoría de cultivos agrícolas, por lo que es un agente polinizador digno de mención.

La forma de plegar sus alas en reposo en forma de tejado como cualquier noctúrnido, no debe despistarnos de sus hábitos de alimentación diurna.

BIOLOGÍA:
Las orugas con tonos verdosos y amarillos con rayas negras punteadas y muy pilosas, se alimentan de cuernecillos (Lotus sspp) a mitad de verano para que el adulto emerja durante el mes de julio.  La zigena común es la más numerosa de su género, presentando normalmente seis manchas rojas bien nítidas.  Aunque sus antenas y sus élitros se diponen en forma de tejado cuando están en reposo, (características de las mariposas nocturnas), sin embargo los imagos tienen hábitos diurnos, por lo que se les conoce como mariposas de noche diurna.

Detalle del cuerpo piloso de una zigena sobre hoja de ruda.

Sus larvas si sobreviven al invierno, realizan la ninfosis durante la primavera siguiente para lo que se sirven de un capullo que tejen de color amarillo brillante a mitad del tallo, para  metamorfosearse en adulto durante mediados del verano.

MEDIDAS PARA FAVORECER SU PERMANENCIA EN NUESTRO AGROECOSISTEMA:
Evidentemente para favorecer la presencia y permanencia de estos polinizadores, es disponer de plantas como el cuernecillo (Lotus sspp) o la propia ruda (Ruta graveolens) en nuestro agroecosistema.  Estas especies vegetales no sólo nos permitirán disponer de la presencia de estos aliados, sino que a la vez en el caso de la ruda, nos ayudaran a mantener ciertas plagas a raya como ya veremos en próximos post.

Detalle de sus antenas gruesas y dirigidas hacia delante, típico de los zigénidos.

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martes, 18 de febrero de 2020

FAMILIA VESPIDAE

DESCRIPCIÓNVespa crabro
Esta nueva entrada la dedicaré a un avispón que confundí recientemente por su gran tamaño, más de 3,5 cm, con la especie invasora conocida como avispa asiática Vespa velutina, en un viaje que realicé con la familia y unos amigos por el interior de Andalucía, concretamente a la Alpujarra Granadina en el pueblo de Pampaneria, donde me topé con la protagonista de hoy que usaré para continuar con la descripción de esta gran familia vespidae.

Detalle del avispón autóctono Vespa crabro sobre los conocidos "nazarenos".

Mi temor al creer que se trataba de la especie invasora originaria del sudeste asiático, era porque creía que sus poblaciones ya habían superado el norte de España (Galicia, Asturias, País Vasco Navarra, Cataluña), donde continúan causando graves problemas en la biodiversidad autóctona y a los propios apicultores de la zona.  Los cuales, ven como esta especie mucho más agresiva que las especies de avispas locales, merman las poblaciones de sus abejas que con un menor tamaño, se encuentran indefensas ante este depredador foráneo de tamaño tan desigual.  Sin embargo, una vez que me acerqué y tomé la primera imagen, pude respirar algo más tranquilo al comprobar que se trataba de otro gran avispón pero en este caso de uno autóctono, concretamente de la Vespa crabro parecido en tamaño a la avispa asiática pero mucho menos agresivo que esta.  El toráx rojizo de nuestro avispón, lo hace especialmente distintivo y reconocible una vez te acercas lo suficiente.  Aunque me temo que al final será cuestión de tiempo que llegue a nuestra zona mediterránea este otro temido avispón alóctono.  Es precisamente nuestro oriundo avispón, el que puede posicionarse como un gran competidor frente a la especie invasora, algo más oscura y agresiva.  Precisamente este fue el motivo por el cual, me pareció interesante dedicarle un post a nuestra especie local e incorporarla a nuestra particular lista de fauna auxiliar, ya que pueden contribuir a contener el avance de estas poblaciones invasoras, a la vez de regular poblaciones de potenciales plagas como ya veremos en este post.  Por tanto, sólo desde su conocimiento podemos empezar a pensar en su protección.

La característica pilosidad de todo su cuerpo y su toráx rojizo y su gran tamaño la hacen inconfundible (Vespa crabro).

ESPECIE CONTROLADA:
Tal como decía, la protagonista de hoy Vespa crabro puede representar ser una digna rival biológica de esta  otra especie invasora Vespa velutina, ya que al ser de tamaño similar a la especie forastera, es capaz de ocupar un nicho similar y competir plantándole cara a su homóloga alóctona, incluso atacando de forma directa a sus nidos.  Sin embargo, nuestra especie autóctona parte de un punto de partida más ventajoso, ya que se encuentra perfectamente adaptada a nuestro clima pudiendo contrarrestar el avance de la especie asiática que juega fuera de casa.

Las potentes mandíbulas son la herramienta que usan para despedazar a sus presas.

Además de por su tamaño, el avispón Vespa crabro se distingue de las avispas comunes como ya adelantaba, por su tonalidad rojiza de su tórax que disipa cualquier tipo de duda en su clasificación.  Estos avispones capturan todo tipo de insectos en particular dípteros, por los que son considerados como los grandes "destructores" de moscas.  Son las hembras de esta familia, las que poseen un potente aguijón que además de usarlo para defender a su colonia, lo usan para inocular veneno con el que inmovilizar a sus víctimas a las que dan caza.  Posteriormente, los insectos cazados son troceados con sus potentes mandíbulas, para ofrecerlos como alimento a las larvas de su colmena.  Sin embargo, estas obreras no se alimentan de los insectos que cazan, sino que lo hacen de néctar y azúcares generados por las flores, frutos y/o secreciones de otros insectos, incluidos las de sus propias larvas.  Es en la época de cría (primavera-verano), cuando se vuelven más agresivas y cazan otros insectos para sus hermanas recién nacidas.  Es por tanto, que podemos afirmar que poseen una dieta pedotrófica, es decir, depredan insectos para dárselo a su prole, y es precisamente en ese momento en el que nos prestan su servicio al controlar algunas potenciales plagas.

Encuentran en el musgo una esponja excelente para hidratarse.

BIOLOGÍA:
La protagonista de nuestro post, es un insecto social que forma colonias de individuos organizados en castas y que sólo viven un año.  Es la reina fecundada la que tiene mayor longevidad y pasa el invierno en lugares resguardados, esperando a que llegue la primavera para comenzar a generar otras avispas hembras estériles (obreras) y algunos machos fértiles que morirán a comienzo del otoño con los primeros fríos.  Son las primera obreras las que relevarán a la reina en la construirán los nidos con celulosa, mientras ella se dedicará a aumentar el número de efectivos de una colonia perfectamente organizada.  En cada comunidad hay una reina fértil y numerosos machos que salen de óvulos sin fecundar o partenogenéticos.  Las reinas jóvenes nacidas en esa colonia pasarán todo el invierno refugiadas para que en la primavera siguiente, cada una funde una nueva colonia, que verá como los machos y las obreras mueren al final del otoño, por lo que cada colonia solo dura una estación.

Detalle de las mandíbulas de la Vespa crabro

Al terminar el invierno, es la reina la que construirá un gran nido con una textura que recuerda al papel, preferentemente en una oquedad, bajo tierra o bajo un tejado de tu casa.  Tras la construcción, la reina pondrá un huevo en cada una de las celdas y al cabo de 4 ó 5 semanas nacerán las primeras obreras, que tomarán el relevo en el mantenimiento del panal.

MEDIDAS PARA FAVORECER SU PERMANENCIA EN NUESTRO AGROECOSISTEMA:
Una fuente de agua es fundamental, puesto que la celulosa necesita ser humedecida para darle forma a su panal.  Del mismo modo alguna fuente azucarada o simplemente frutas maduras les servirán para extraer esos azúcares necesarios para las obreras adultas.
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